Tortilla de garbanzos vegana
Ingredientes: (para dos personas)
  • 1 bote de garbanzos cocidos (de los grandes)
  • Cebolla
  • Pimiento rojo
  • Ajo
  • Aceite de oliva
  • Sal
Elaboración:
Este es un plato que a simple vista engaña, un trampantojo que lo llaman. Aparentemente parece una tortilla de patatas, pero… va a ser que es otra cosa.
Gracias a los siempre socorridos garbanzos, podemos elaborar esta tortilla, que no tiene apenas dificultad en su elaboración, y la verdad es que el resultado es sorprendente, y el sabor muy bueno.
Yo he utilizado garbanzos de bote, ya cocidos. Si queréis cocer vosotros los garbanzos ya sabéis, hay que dejarlos a remojo la noche anterior.
En una sartén echamos un chorrito de aceite de oliva, el ajo, la cebolla y el pimiento rojo, todo muy picado.
Cuando vaya cogiendo color, vamos añadiendo los garbanzos ya cocidos. Lo ponemos a fuego bajo y según se va cocinando, vamos machacando los garbanzos con un tenedor, hasta tener una masa uniforme, en la cual, no se distinga ningún garbanzo entero. Este paso lo hice en una sartén grande, para tener mas maniobrabilidad.
Una vez que ya tenemos una masa totalmente uniforme, que parece puré de garbanzo, es recomendable buscar una sartén adecuada al tamaño de la tortilla resultante. Yo al usar un único bote de garbanzos (para dos personas es ideal), mi tortilla no iba a ser muy grande, así que use una sartén pequeña.
Echamos un poco de aceite en la nueva sartén y vamos añadiendo la masa de garbanzo. Ahora tenemos que cocinar esta masa como si fuera una tortilla de patata. A fuego medio-bajo lo vamos cocinando y cuando se vaya dorando, la damos la vuelta. Conviene que esté bien hecha, ya que sino, se nos va a deshacer. A mi no me quedó muy tostada, pero no se deshacía. Aún así, no tengáis miedo a que se dore, ya que por dentro queda perfecto.
El resultado salta a la vista, tenemos una tortilla de garbanzos con la que se puede engañar a cualquiera y con un sorprendente sabor. Y en frío está más buena aún!